El guía
La verdad es que tuve que despertar. Las malditas cervezas que me había
tomado la noche anterior provocaron la urgencia...
Lo pasábamos tan bien en ese viaje por Cuba. Yo
era el guía. Me llevaba fenomenal con todo el grupo. Les llevaba a todos los
sitios. Conocía cada rincón de la isla.
Hasta que tuve que despertar y, luego, no pude
conciliar otra vez el sueño.
Ahora yo estoy aquí, en mi cama, y ellos allá, en
esa cala de aguas turquesas que no conoce nadie más que yo.
Mal asunto.
Konstantinos Paleologos
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