Δευτέρα 5 Αυγούστου 2019

Βιβλιοκριτική του Benito Elías García-Valero για το Mini71cuentos



Gran selección, letra pequeña

El grupo de traductores que dirige el profesor Konstantinos Paleologos ha alumbrado una necesaria antología bilingüe de microrrelatos escritos por autores hispanófonos que trasciende la mera recopilación de textos para postularse como propuesta de un canon del género. No es la única vez que, en un corto período de tiempo, este avezado grupo de traductores se acerca al género del microrrelato hispánico, ya que durante 2018 produjeron también la traducción de Microcolapsos, uno de los últimos libros de la escritora de lo inusual Cecilia Eudave, y por este motivo podemos comenzar a mirar a esta escuela de traductores como el origen de la especialización en este género literario, tan adecuado a los patrones de consumo y a la mezcolanza de formatos  de nuestro tiempo.
Lo que en principio parecería ser una empresa de traducción sencilla, dada la brevedad de los textos micronarrativos, acaba convirtiéndose en una desafiante labor por la proximidad que el género mantiene con lo lírico, en cuanto a lenguaje, y con lo filosófico y aforístico, en cuanto a profundidad temática. Los juegos micro- pueden adquirir un tono muy serio cuando se erigen en desafíos epistemológicos, amenazan la integridad de la cosmovisión del lector con sus paradojas y acertijos o despliegan toda una red de significaciones posibles favorecida por las sugerencias del lenguaje poético del que muchas veces se sirven. Por todos estos motivos es justo elogiar la labor realizada en las páginas de estos Mini71cuentos: además de superar con holgura este cúmulo de desafíos, los traductores han alumbrado un libro ágil, entretenido, jugoso, liviano y pesado a un mismo tiempo, y delicia de cualquier lector, incluso de aquel que no sea asiduo de la micronarración. Porque esta obra sirve de introducción idónea al género, la gesta debe ser debidamente apreciada.
La naturaleza introductoria de esta antología se refuerza con un prólogo que realiza un sustancioso recorrido por la teoría y la historia del género. Apropiándose de las reflexiones realizadas desde la teoría de la literatura, su firmante, el profesor Palaialogos, traza la evolución histórica del género sin obviar ninguno de sus hitos en lo referente al mundo hispánico, aunque no deja de pagar las deudas que se les debe a cuentistas universales como Chejov, Kafka o Forster. El coordinador de esta obra pivota en torno a la ficción hispanófona pero demuestra que conoce los hilos que la conectan con el fenómeno internacional de la narrativa breve, que comienza a analizar y compendiar desde Rubén Darío. Su aguda mirada al género no obvia tampoco la influencia de las nuevas formas de escribirlo, especialmente en el siglo XXI, con la consolidación de redes sociales como Twitter o, un poco antes, con la extensión del uso de SMS y la mensajería móvil como forma de comunicación. Podremos hacer un análisis, si se quiere, pesimista del estado y calidad de la lectura realizada por las nuevas generaciones, pero no podremos afirmar que los jóvenes de hoy, así como los usuarios de cualquier edad de smartphones, tablets o Internet, no escriben. Se escribe mucho más a lo largo del día que hace dos o tres décadas, aunque se escriba de forma abreviada y ello suponga, en ocasiones, atajos que poco gustan a los (sin duda, necesarios) guardianes de la norma. En cualquier caso, obvio es que estas formas de comunicación han incidido sobre la literatura, de la que en ocasiones participan (siendo Twitter un interesante nido de experimentos en este sentido), y a la que han acabado afectando indefectiblemente en sus parcelas líricas y micronarrativas.
Como es lo hispanófono el campo del cual el doctor Paleologos y sus traductores extraen los relatos recogidos en estos Mini71cuentos, el prologuista atiende muy especialmente a las aportaciones teóricas y críticas de los autores hispanoamericanos al género que, afirmaría yo, son por lo general más significativas y relevantes que las producidas en el territorio peninsular. El modernismo, movimiento que ya supuso una innovación americana con respecto a lo producido en España, fue una de las cunas de la experimentación formal, y precisamente con Rubén Darío arranca esta antología de microrrelatos, probablemente amparada en la certeza de que situar el origen de cualquier innovación formal y literaria contemporánea en el nicaragüense tiene pocas posibilidades de ser errada en el ámbito hispánico. Esta sensibilidad americana se materializará en la antología mediante la abundante presencia de autores americanos, y lo cierto es que la obra logra ser un bien mesurado equilibrio entre la calidad literaria de los relatos escogidos y la representatividad nacional, aunque en general predominan los autores españoles. Algunos escritores repiten, como Jorge Luis Borges o Antonio Fernández Molina, sin duda porque sus logros literarios y sus aportaciones al género micro- lo merecen. Sabemos que en toda selección crítica se han de sacrificar muchos nombres valiosos, pero difícil será afirmar que alguno de los recogidos aquí sobra.  Además del estético y el nacional, otro de los criterios que se han tenido en cuenta a la hora de realizar la selección ha sido el histórico. Todas las décadas, desde finales del siglo XIX, son representadas en esta obra, y ello muestra su afán por constituirse como una antología canónica en cuanto a género pero abierta en su calidad de compendio histórico. El arco temporal abarca los períodos que se dan entre 1893 (fecha del primer relato, firmado por Rubén Darío) y 2012, y de estos años se han recogido los relatos más impactantes y logrados, si bien, como decíamos, se ha intentado mantener la representación de todos los períodos históricos, lo cual permite demostrar la pervivencia del género a lo largo de toda la contemporaneidad. Este criterio antologador permite también recoger tanto los primeros logros del microrrelato en la historia más reciente como los más rompedores, publicados en las últimas décadas. En ocasiones, apreciaremos alguna irregularidad en el impacto estético proporcionado por las muestras escogidas, ya que el criterio histórico adquiere necesariamente una preponderancia por encima del estético en algunas décadas, pero sin embargo se mantiene bien afinado este otro de los equilibrios que exhibe esta antología: el mantenido entre historia y crítica.
Otro punto a favor de esta recopilación es lo que la lleva a convertirse en algo más que una antología y una introducción al microrrelato, y revela al tiempo el cuidado y la atención que el compilador ha puesto en su obra. Una de estas distinciones la constituye la ordenación de los relatos de la antología, que en ocasiones decide incluir en una misma página dos textos que, a pesar de haber sido escritos en períodos o países diferentes, dialogan entre sí, como el eco clarísimo del ínclito texto de Augusto Monterroso en otro microrrelato que le sigue en la misma página (y, por cierto, abre la antología), firmado por Jaime Muñoz Vargas: “Cuando copió, el copyright todavía estaba allí”. Además de estas interconexiones que se activan fácilmente entre los microrrelatos antologados, los textos despiertan la amplia y variada gama de efectos estéticos normalmente atribuibles a este género: desde la ironía más amarga, como la de Orlando Van Bredam, a la pura comicidad, transitando también lo trágico, lo obsceno, lo terrorífico, lo ingenuo, el misterio o la perplejidad a la que conducen las paradojas y aforismos incluidos en muchas líneas. El juego con lo histórico en cuanto a lo político y social se da frecuentemente, como sucede en una revisitación de la historia de la vida de Hitler, o incluso la parodia antropológica, como la que constituye el final alterado del famoso cuento de la bella durmiente, ejercicios irónicos que en la posmodernidad encuentran un fácil acomodo. Pero los microrrelatos seleccionados también van más allá, y las categorías que rigen nuestra forma de medir la realidad más básicas (lo temporal,  lo espacial), pero también nuestras habilidades perceptivas, en general, son retadas por textos que utilizan el lenguaje con una habilidad tan asombrosa que uno llega a plantearse su misma existencia como lector, ya que el microrrelato ha sido, desde su formulación, un género muy afín al reto epistemológico que plantea lo fantástico y todos sus derivados.
Por todos estos motivos, creo justificada la afirmación con la que comenzaba esta reseña, y esta antología sirve tanto de canon del microrrelato como de justificación de las teorías que el prologuista había expuesto al comienzo de la obra. Para rematar, además, su cariz académico, el libro acaba con una relación, no precisamente micro- ni breve, de los distintos autores seleccionados y una reseña de los aspectos más importantes de su vida, su obra o su poética. Esta última parte es una sección verdaderamente nutrida que demuestra de nuevo el cariño con el que se ha tratado este volumen que pretende ser un cimento clave de lo que en Grecia se divulgue sobre el microrrelato a nivel teórico, crítico y, por qué no, al nivel de la misma praxis literaria. No queremos olvidarnos, antes de acabar, de remarcar otro de los valores que reviste: el didáctico. La condición bilingüe de esta antología otorga al estudiante de griego o de español un grupo de textos de notable calidad estética que le permitirá indagar en los difícilmente transitables caminos de la traducción literaria. Los motivos para mirar favorablemente esta pieza surgida de los talleres de Salónica son múltiples, y sin duda no queda más que felicitar tanto a su coordinador como a sus participantes por la altura teórica, crítica y traductora que han conquistado.

Benito Elías García-Valero
Universidad de Alicante



Mini71cuentos


Ανθολογία ισπανόφωνου μικροδιηγήματος


Εκδότης: Σιδέρης Μιχάλης
ISBN: 9789604680504
Σειρά βιβλίου: Literatura
Αριθμός Σελίδων: 114
Εξώφυλλο: Μαλακό 
Διαστάσεις: 21 x 14
Γλώσσα Γραφής: ελληνικά~ισπανικά
Γλώσσα Πρωτοτύπου: Ισπανικά
Έτος Έκδοσης: 2012

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