Παρασκευή 6 Ιανουαρίου 2017

La terquedad, de Petros Tachópulos

No recuerdo mi última frase. Supongo que no se saldría del camino trillado. No caería con el ruido seco de una lápida o con la ira de una calamidad. Tal vez fuera algo más cortante de lo habitual, pero por otro lado, tal vez no, no recuerdo.
Lo que recuerdo claramente, como si lo tuviera delante de mis ojos, es que me levanté del sillón, mientras estaba todavía hablando, y me dirigí hacia el dormitorio. No podía imaginar que con este simple movimiento –en parte espontáneo, en parte fingido– clavaba una estaca entre nosotros. Estuve esperando a que transcurrieran unos minutos y después escuchar sus pasos. Escucharla y, antes de que me diera tiempo de apartarme, verla caer en mis brazos. Entonces el contador de la tensión se pondría a cero. Nuestras duras palabras correrían a encontrarse con las palabras similares que habíamos intercambiado en el pasado. A archivarse y olvidarse.  Para dejar solo una pequeña cicatriz, al lado de tantas otras. Escuché sus pasos, en efecto, pero no los escuché acercándose. Los escuché alejándose. Tronó la puerta tras ella. Sin embargo, no me moví.
Calculé que aún tenía unos cuantos segundos más a su disposición hasta llamar al ascensor, hasta que el ascensor subiera al sexto piso. Ella podría volver a llamar al timbre. Entonces me levantaría de un salto de la cama. Otra vez el contador se pondría a cero. Tal vez la cicatriz tampoco quedaría, ni siquiera la cicatriz. La cubriría el olvido.
Aunque han pasado muchísimos años desde el día que se fue, no he dejado de preguntarme si acaso ella estaba esperando el momento en que yo regresaría al salón, que caería en sus brazos.
Acaso ella también estaba segura, mientras se acercaba el ascensor, de que yo abriría la puerta y la atraería de nuevo hacia mí. Acaso nuestros caminos se separaron porque sencillamente nuestras maneras de pensar siguieron el mismo trayecto.

Fuente: Primera publicación: periódico Ta Nea, 13 de agosto de 1994.

Petros Tachópulos (Retimno, 1959) es escritor griego. Apareció en 1980 con la novela Οι ανήλικοι [Menores de edad]. Fue diputado por Siryza desde 2012 hasta 2015. 

La traducción colectiva es producto de las clases de Lengua Española que imparte Konstantinos Paleologos en el Centro [Διδασκαλείο] de Lenguas Extranjeras de la Universidad de Atenas. Tradujeron los estudiantes Panayota Bugá, Dionisía Nikolopulu, Leonidas Ikonomu, Zoe Tsianava.  

Revisión: Eduardo Lucena.



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