Escuchas primero los cascos del caballo en el asfalto, miras por la
ventana, increíble, don Quijote, el héroe de tu infancia, parado ahí, en la
acera, esperando que le abras. Te secas rápidamente las lágrimas, bajas en
zapatillas, llegaste en el momento más oportuno, valiente caballero, no
aguanto más, mi jefe me trata todos los días como una basura, lo sé todo noble
dama, no perdamos tiempo. Ya estamos en su despacho, ¿quién es usted?, los
carnavales aún no han llegado, las palabras sobran en tu caso, maldito
sinvergüenza, la espada del caballero baja con fuerza, papeles flotan y se
esparcen por el suelo, el director cae ensangrentado de la silla, pagó con
creces su horrible comportamiento, abrazas llena de gratitud al caballero,
subís los dos al Rocinante, no galopa, vuela, sus patas
apenas rozan las antenas de los edificios, en vano te
preocupabas, al final la solución era tan simple.
Fuente: Revista The book´s
Journal, núm. 63, febrero de 2016.
Galini Saulidu: Nació en Atenas en 1962. Estudió Pedagogía y
Filología Griega. Trabajó como maestra durante 30 años. Empezó a escribir tras
su jubilación.
Traducción grupal (XXIV Jornadas de Didáctica de ASPE, Atenas, junio de 2016)
Revisión: Konstantinos Paleologos
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