No estaba realmente hecha a la
calle. Tenía que haber huido de alguna parte. Estaba limpia y sana. Su pelo
brillaba: era muy muy joven. ¿Año
y medio, quizá dos?
Al cruzar
la Vasilisis Sofías, desde Plutarju hacia Risari, empezó a seguirme. Estaba
contenta. Me adelantaba con la cola levantada, avanzaba corriendo, volvía a
acercarse a mí. Contenta. Así me siguió hasta Vasileos Konstantinu. La atravesamos
juntos. Entramos en Andínoros. Me adelantó de nuevo. Siempre corriendo, siempre
con la cola en alto. Mostraba de este modo que era feliz. Feliz por vivir, por girarse
y mirarme a los ojos, por confiar en mí.
Me detuve en Astidámantos. Saqué las llaves. Había
llegado la hora. Ella dejó de correr. Inmóvil. Fue una primera grieta de duda.
Un balcón grande, eso era todo cuanto tenía. ¿Qué podía hacer con ella? Metí la
llave en la puerta intentando no mirarla. El comportamiento de un cobarde. No lo conseguí. Mis ojos la buscaron involuntariamente. Siempre
quieta, con una calma digna, me observaba cómo la dejaba fuera.
Fuente: revista Entefktirio,
n.º 98, 8-10/2012
Zanasis Valtinós (Carátula de Kinuria, Grecia, 1932).
Desde 1950 vive en Atenas. Ha publicado 14 libros –novelas y cuentos– con
muchas reimpresiones y reediciones. Su primer libro: To συναξάρι του Αντρέα Κορδοπάτη [Las gestas de Andreas Kordopatis] (1972). Al español se ha traducido su novela Azul oscuro casi negro (traducción de María López Villalba,
Ediciones Miguel Gómez, 2002). Tradujo
tragedias y colaboró en los guiones de películas como Reconstrucción, Días del 36,
Viaje a Citera y otras.
Traducción de Chrysoula Chrysoulaki, Christina Efthimiou,
Thomai Konstantinou, Andromachi Papangeli bajo la supervisión de Carmen Fortes
y Konstantinos Paleologos. La traducción colectiva ha sido realizada en el
marco de la colaboración del Departamento de Filología Italiana de la
Universidad de Aristóteles de Salónica con el Departamento de Traducción e
Interpretación de la Universidad de Málaga.
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